panaderos suecos producen una gran variedad de pasteles adecuados para muchas celebraciones y ocasiones. Algunos de ellos, como los bollos de canela, son comunes en muchas cocinas de toda Europa. Otros, como los anillos de té suecos, semlor y bollos Santa Lucía, están reservados para los desayunos de vacaciones festivas. Bollos de canela y bollos Santa Lucía, los cuales contienen normalmente pasas, se realizan en porciones individuales. Anillos de té y pasteles Kringles son más grandes que contienen varias porciones.
Ingredientes comunes

Si bien pueden parecer muy diferentes entre sí, pasteles para el desayuno suecos tienden a tener algunos ingredientes básicos en común. Mantequilla, crema o leche, la harina, los huevos y la esencia de almendras predominan en anillos kringles y té a base de masa de pastelería. Bollos de canela y bollos Santa Lucía son más pan como y requieren de levadura a subir. La mayoría de los pasteles para el desayuno suecas están cubiertas con azúcar glas una sencilla glas. Las pasas son un ingrediente común en muchos pasteles porque están disponibles durante todo el año.
Reservados para las fiestas

Algunos pasteles para el desayuno de pasa-tachonado se asocian con las vacaciones suecas específicas. Bollos Santa Lucía se sirven tradicionalmente el 13 de diciembre, una fecha asociada a un santo principios que inspira un festival anual de luces de celebración en Suecia, Noruega y partes de Finlandia. Cinnamon Bun Día, o Kanelbullens dag, se observa cada año el 4 de octubre, pero los bollos se consumen durante todo el año. Anillos de té suecos también se comen todo el año, pero a menudo se asocian con el desayuno de Pascua. Semlor son bollos rellenos de crema especiales comido el martes de Carnaval, el día antes del inicio de la Cuaresma, y ​​por lo general no cuentan con pasas.
Dulces en sábados

suecos tienden limitar su consumo de dulces a sábados, por lo que este es el un día por semana, cuando pasas pasteles para el desayuno-tachonado son susceptibles de ser comido. Como parte de una iniciativa de salud pública que data de alrededor de 1957, el gobierno sueco recomendó a sus ciudadanos a reducir su consumo de azúcar, comer dulces sólo un día por semana. La ciencia detrás de la recomendación es cuestionable, pero muchas familias continúan observarlo. El promedio de cuatro personas de la familia sueca come más de dos libras de golosinas azucaradas por semana.