La sal, el azúcar, el vinagre y el alcohol son buenos ejemplos de conservantes de origen natural. Durante siglos, las personas han recurrido a la salazón, decapado y hacer mermeladas y jaleas para extender la vida de sus carnes frescas y productos. Otros conservantes naturales, tales como el ácido ascórbico y cítrico, retardan la decoloración de frutas y verduras por retardar la acción enzimática. Sustancias artificiales son, como el nombre implica, hecho por el hombre, y constituyen la gran mayoría de los aditivos alimentarios y conservantes hoy en día. Ellos han sido durante mucho tiempo un punto de contención entre los alimentos de los fabricantes, consumidores y especialistas en nutrición.

Antimicrobianos, antioxidantes y agentes quelantes

Los conservantes varían en su método principal para mantener los alimentos seguros y agradable al paladar. Los agentes antimicrobianos, tales como benzoatos, sorbatos y nitritos, inhiben el crecimiento de bacterias y hongos en los alimentos y bebidas. Los antioxidantes, como los sulfitos, vitamina C, vitamina E y BHT prevenir la oxidación de la cerveza, el vino, los productos frescos y secos y los alimentos grasos. Agentes quelantes tales como EDTA, polifosfatos y ácido cítrico desactivar las enzimas que causan la rancidez en los alimentos secuestrando iones metálicos como el hierro y el cobre.
Efectos sobre la salud

Es un común, aunque en gran medida infundada idea de que todos los aditivos alimentarios artificiales tienen efectos adversos para la salud. Si bien es cierto que algunos conservantes como los benzoatos y los sulfitos pueden causar desde alergias al cáncer y hasta daño cerebral cuando se consume en cantidades excesivas, la FDA y otros organismos reguladores de alimentos internacional supervisa cuidadosamente su uso. En verdad, el cuerpo humano es igual de propensos a tener reacciones adversas a los agentes aromatizantes o colorantes que preservativos.
Dietas sin conservantes

En respuesta a los consumidores de saltar al carro saludable-sala de estar, los fabricantes de alimentos han adaptado por enyesar sus productos con etiquetas alegando que no utilizan conservantes artificiales. El hecho es, sin embargo, que el tiempo que los clientes exigen que su comida llegar sus despensas --- así como estómagos --- en óptimas condiciones en un momento posterior y la fecha, se utilizarán conservantes.

Incluso defensores de vida saludables que insisten en dietas pregonan que consisten puramente de productos frescos como conservantes tienen ninguna seguridad de bienes, como pesticidas y recubrimientos conservantes menudo son necesarios para mantener las frutas y hortalizas frescas en los supermercados. El crecimiento de su propia comida o comprar exclusivamente de los agricultores orgánicos sigue siendo la única manera verdadera de conseguir una dieta 100% sin conservantes.