uvas Pinot son un encendedor, más pálido y el vino sutil que muchos de sus primos de color rojo, a menudo de maduración en barricas de roble francés hasta que encarna una, voz leñosa terroso. El sabor reservados cuenta con toques de cereza, frambuesa o arándano, que equilibra bien con albóndigas igualmente terrosos de vinos elaborados a partir de juegos, tales como carne de venado, bisontes o antílope. El vino tiene una acidez media y debe servirse ligeramente fresco -. Alrededor de 63 grados
Riesling

aficionados al vino blanco se encuentra que el sabor más dulce de Riesling es un maridaje ideal para albóndigas hechas de suaves carnes blancas como el pollo, el cerdo y el pavo. Los aromas de fruta en este vino son a menudo recuerda a la nectarina, pera, albaricoque y manzana miel crujiente, con una acidez muy alta que debe desvanecerse gradualmente de 15 a 30 segundos después de golpear a las papilas gustativas. Los tonos cítricos de un Riesling también pueden combinarse con las albóndigas servidas en salsas blancas cremosas.
Sangiovese

Sangiovese es un vino italiano-rojo burdeos que pueden degustar muy diferente dependiendo en su región de origen. Sabores comunes en Sangiovese menudo van de tarta de cerezas de ciruela roja a las fresas y los higos, todos los cuales son lo suficientemente audaz para defenderse contra grasos, albóndigas sabrosas hechas de carne de vacuno. Además, toques de tomate, orégano y pimiento rojo asado en algunas cosechas son un excelente acompañamiento de albóndigas servido en una salsa roja como marinara o arrabiata.
Shiraz

Shiraz, también llamado Syrah
, cuenta con audaces, sabores agrios como mora, zarzamora y arándano que sirven como complemento a la mayoría de las albóndigas suecas a base de carnes rojas. Algunas marcas se infunden con indicios sutiles de la pimienta de Jamaica, carne curada, tocino y tabaco, por lo que la pareja aún más rica y apropiada. Los mejores vinos son de color oscuro y con cuerpo, con un tono púrpura, acidez media y sabor a pimienta.
Salsa
Vino tinto